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El dueño de Farmacity, Mario Quintana, volvió a la carga para expandir sus negocios luego de la escandalosa salida del gobierno en medio de presiones y denuncias por actividade incompatibles con la función pública y después de haber admitido que seguía siendo en principal accionista de la cadena de farmacias shoping.
Ahora el fundador del Grupo Pegassus se metió de lleno en la creación de uan nueva carrera farmaceútica en la Unidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), desde donde quiere formar futuros profesionales conuna mirada comercial y no sanitaria de la dispensa de medicamentos.
Según advirtieron desde la CGT, lo que el ex funcionario busca es «convertir a cualquier cadete o empleado en un farmacéutico, para que apoyen la expansión de su propia cadena». El título es impulado por la Asociación de Empleados de Farmacias (ADEF), y no tenría problemas es lograr la acreditación, ya que el propio Quintana integra la Comisión Nacional de Evaluación Universitaria (Coneau), que homologa las carreras universitarias.
De esta manera el empresario nuevamente se encuentra de los dos lados del mostrador, como ya hizo cuando desde la vicejefatura de gabinete negoció un convenio de PAMI que por primera vez incluyó a Farmacity, es decir que se forma directa se benefició a su mismo, sin que la ofician anticorrupción tomara cartas en el asunto.
El objetivo de la creación de la nueva licenciatura en Farmacia en la UMET, es la formación de «empleados» y no de nuevos farmacéuticos, es decir de profesionales habituados en trabajar para una empresa y no preparados para montar su propia farmacia, lo que en definitiva es una mirada favorable al plan de negocios de Quintana.
