Mundo Profesional
Los profesionales denuncian atrasos de pagos que se vieron agravados por la emergencia sanitaria, además de que prevén una reducción en sus ingresos por la falta de actividad del sector.
Si bien pertenecen al sistema de salud, los anestesiólogos trabajan de acuerdo a la cantidad de labor que se tenga y de ello dependen sus ingresos. “Con la aparición de la pandemia, los médicos en general, y en particular aquellos que se dedican a las especialidades críticas, han visto dos fenómenos que van corriendo en paralelo y afectan a su vida cotidiana: el primero de ellos es el riesgo que corren al brindar atención a los pacientes infectados de COVID-19; el otro es el de sus ingresos”, expreso Hugo Pires, Secretario de Hacienda de la Sociedad Platense de Anestesiología.
En diálogo con Clip Salud, el profesional explicó que la gran mayoría, al menos en el caso de la anestesiología, los ingresos están dadas por las prácticas que realizan, es decir que reciben un pago por cada prestación. Por lo que prevén que, a futuro, el ingreso laboral se verá disminuido, “porque las prácticas han disminuido a causa de la pandemia; además, las prestaciones realizadas en este contexto no tienen implícita una remuneración por riesgo”.
Además denuncian que los pagos de las obras sociales, “que históricamente registran atrasos”, ahora se le suman los atrasos de las prepagas. En este sentido remarcó que esta problemática, “por parte de PAMI no son propios de la pandemia sino que vienen de antes”. Además de que “ya el mes de mayo, todavía no se ha podido discutir sobre los valores de las prestaciones que, en la gran mayoría de los casos, tienen valores de 2019”.
En este sentido explicó que hay anestesiólogos cubren cargos en hospitales públicos, algunos como empleados del estado, pero otros como prestadores de servicios que cobran por una vía diferente. “Estos últimos, a la fecha, todavía no han cobrado el mes de enero”.
Por lo que denunció que existe “una especie de maltrato de parte de los financiadores, porque hay una situación que ha traído la pandemia, y situaciones precedentes que se agregan. Esto no sólo afecta el salario económico de los trabajadores, sino que también afecta su ‘salario emocional’, porque están trabajando en situaciones de mayor riesgo, y no están percibiendo sus ingresos”, finalizó Pieres.
