Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la miopía es uno de los defectos refractivos más comunes en el mundo, que deteriora especialmente la visión de lejos.
Para el 2050 la mitad de la población podría sufrir miopía y pese a que existe principalmente un origen genético, múltiples factores aceleran su aparición. Uno, es el incremento exponencial del uso de dispositivos móviles y pantallas entre los más jóvenes.
Incluso, es muy probable que tras la emergencia sanitaria por el Covid-19 el grado de miopía incremente significativamente debido a que el confinamiento y los nuevos hábitos presentes y futuros de actividades online, educación remota y teletrabajo, provocaron un enorme aumento de las tareas visuales a corta distancia. Por lo tanto, es imprescindible adoptar ciertos cuidados a la hora de usar los dispositivos digitales.
Estos cuidados son de necesaria implantación para los jóvenes de la Generación Z, ya que son ellos la población con el mayor riesgo en el largo plazo. “Más que en el uso de los aparatos electrónicos, el problema reside en la cantidad de tiempo que pasan frente a ellos”, explicó Pablo Daponte, médico oftalmólogo y presidente del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO).
- Los hábitos para reducir los riesgos de miopía en estas edades son diversos, encontrándose entre las más importantes los siguientes:
No estudiar, leer, ni pasar más de dos horas seguidas frente a las pantallas digitales y hacer descansos de al menos 10 minutos cada hora. - Para todos los dispositivos es esencial prestar especial atención a la distancia de uso. El experto asegura que esta distancia debe ser de entre 35 y 40 centímetros y de mínimo 50 cuando se trata de un dispositivo portátil. También es importante mantener una postura correcta.
- En cuanto a la iluminación del ambiente, es importante que la luz venga desde arriba, evitar que produzca reflejos o sombras en la pantalla y que sea una luz fría, neutra y de calidad.
- Evitar usar formatos de letras muy pequeños y ajustar convenientemente el contraste de la pantalla. Cuando se usa excesivo brillo, lo único que se logra es forzar la vista y generar daños a largo plazo.
- Consultar con el oftalmólogo sobre los productos disponibles en el mercado. Por fortuna, la innovación en productos es un gran aliado a la hora de buscar protección permanente, es por esto que los lentes Transitions Signature Gen 8, más conocidos como lentes fotosensibles, son una excelente opción. En interiores, filtran la luz azul dañina emitida por fuentes artificiales, tales como las luces led y las pantallas de los dispositivos digitales. En exteriores, se oscurecen para ayudar a proporcionar aún más protección contra la luz azul nociva, el brillo intenso y los rayos UV del sol.
- Aumentar el tiempo en el exterior. Pasar al menos una hora al día realizando una actividad al aire libre puede ayudar a reducir el riesgo de tener miopía o a que ésta progrese a un ritmo mucho más lento.
- Fomentar estos hábitos desde la infancia y la adolescencia permite que se adopten rutinas que facilitarán una visión más saludable. Es por esto que el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) remarca la importancia de acudir al médico oftalmólogo al menos una vez al año y la necesidad de, teniendo en cuenta el contexto que conlleva la propagación de COVID-19, no suspender tratamientos oftalmológicos.