Las altas temperaturas pueden representar un riesgo significativo para la salud de las personas mayores, quienes son especialmente vulnerables a golpes de calor, deshidratación y problemas cardiovasculares. Ante una ola de calor de varios días, como la que esta anunciada para todo el territorio bonaerense hasta la semana que viene, es fundamental tomar medidas simples para proteger su bienestar.
La realidad es que con leves cambios en la alimentación, las horas de actividad y la hidratación, es posible prevenir las consecuencias de un golpe de calor, por eso a continuación, te ofrecemos recomendaciones fáciles de implementar:
1. Mantenerse hidratados constantemente
Ofrecer agua fresca a lo largo del día, incluso si no sienten sed.
Complementar con infusiones frías, jugos naturales sin azúcar o agua saborizada casera.
Evitar bebidas alcohólicas y gaseosas azucaradas que pueden aumentar la deshidratación.
2. Alimentación ligera y refrescante
Optar por comidas frescas, livianas y ricas en agua, como frutas (melón, sandía, naranjas) y vegetales (pepino, tomate).
Evitar comidas pesadas, frituras y alimentos muy condimentados.
Incluir gelatinas, ensaladas y yogures como opciones refrescantes y nutritivas.
3. Evitar la exposición al calor extremo
Permanecer en ambientes frescos durante las horas más calurosas (de 10 a 17 horas).
Mantener las ventanas cerradas y las persianas bajas durante el día para evitar el ingreso de calor. Ventilar por la noche.
Utilizar ventiladores o aire acondicionado moderadamente. Si no cuentan con estos dispositivos, colocar paños húmedos en las muñecas o en la nuca puede ayudar a refrescarse.
4. Vestimenta cómoda y adecuada
Usar ropa liviana, de colores claros y de telas naturales como algodón.
Protegerse con sombreros de ala ancha y anteojos de sol si es necesario salir.
5. Cuidado con la actividad física
Evitar actividades físicas intensas en las horas de mayor temperatura.
Realizar ejercicios suaves como estiramientos en interiores bien ventilados.
Pero además de los cuidados en el hogar, también es importante estar atento a los signos de alerta que podrían indicar deshidratación o un golpe de calor y que requieren inmediata atención médica, por lo que se debe prestar especial atención a mareos o confusión; piel seca y caliente; dolor de cabeza, debilidad o náuseas. En el caso de los adultos mayores, la aparición de cualquiera de estos síntomas en medio de una ola de calor requieren de consulta profesional inmediata.