Luego de los 22 días de paro, CICOP instalará una carpa itinerante con el objetivo de visibilizar la situación de la salud pública en la Provincia de Buenos Aires.
“Hacemos un fuerte reclamo al gobierno provincial y al nuevo ministro de salud, reclamando un pedido urgente de audiencia para poder poner sobre la mesa las problemáticas que impactan sobre los profesionales de la salud y sobre la población”, expresó el secretario de salud laboral de CICOP en el Hospital San Martín, Pablo Maciel, y agregó “se harán asambleas con residentes para discutir el nuevo reglamento del Ministerio de Salud, con los becarios que se acerquen, y con todo el cuerpo de abogados de nuestro sindicato para evaluar estrategias gremiales y legales para poder llevar adelante durante este conflicto”.
Los médicos reclaman no sólo el llamado urgente a paritarias, sino “el cumplimiento de todos los compromisos asumidos por el gobierno en la paritaria 2016. Algunos de ellos son el pase a planta de 1500 profesionales precarizados y la puesta en marcha de mesas técnicas para el abordaje del problema previsional”.
Respecto a la reciente renuncia de Zulma Ortiz, Maciel afirmó que “sin duda alguna que la situación de la salud pública de la provincia no ha mejorado durante su gestión, sino que además está un poco peor que antes. Hay que decir que asumió la función con una red de hospitales provinciales en pésimo estado edilicio, problemas de insumos, aparatología obsoleta, y con un recurso humano golpeado por los bajos salarios y las malas condiciones laborales. Y en el primer nivel de atención, una situación aún más desesperante producto del abandono al que ha sido sometido por las gestiones anteriores tanto a nivel provincial como a nivel municipal sin distinguir colores políticos. Todo un sistema atravesado por los negocios de una intrincada red entre mafias, proveedores, laboratorios, empresas de servicios terciarizados y funcionarios corruptos”.
En este sentido, el Secretario agregó “Zulma Ortiz acepto ser la ministra de un gobierno que vino para ajustar y garantizar las ganancias a los sectores más concentrados. María Eugenia Vidal comenzó a delinear su gestión llevando a la legislatura un presupuesto en donde el porcentaje destinado para salud bajó de un raquítico 6,5 a un 5,7% aprobado por legisladores propios a ajenos. El presupuesto más bajo de la historia. Por más bienintencionada que hubiera sido la epidemióloga e integrante de Unicef el resultado en términos estrictamente sanitarios solo podía ser el fracaso”.