13 de diciembre: día del óptico

13/12/2018
Ópticos

Hoy se celebra en toda la República Argentina el día del óptico en Honor a una Santa

La Asociación de Ópticos y Técnicos de la Provincia de Buenos Aires (ADOT) promulgó este día, 13 de octubre de 1952 como el día del óptico en honor a la protectora de la vista, Santa Lucía.

Según los relatos, a la santa le habrían arrancado los ojos y martirizado por proclamar su Fé en Jesús.

Poco después, y de forma milagrosa, recobró la vista.  Además, desde hace siglos se le reza para curar enfermedades oculares.

El trabajo del óptico es una ciencia y un trabajo artesanal debido a que debe crear el instrumento de visión que el paciente requiere en base a sus necesidades, pero haciendo una pieza única para cada armazón o necesidad. Es importante visitar a un óptico que tenga experiencia y una buena reputación, de esta forma se pueden evitar problemas originados por la falta de conocimientos.

La historia cuenta que durante la dinastía Ming, en el año 1368, aparecen en China introducidos por los europeos, los primeros lentes. Según el doctor Onishi, en Japón fue San Francisco Javier quien los introdujo. La primera mención de la existencia de fabricantes de anteojos, es en el año 1300 y se encuentra en la lista de oficios de Venecia.

A fines del siglo XVIII, en Norteamérica, nacen los lentes bifocales. Este invento se le atribuye a Benjamín Franklin, por haber hablado de ellos en cartas fechadas en el año 1784. Al parecer, existe una patente para lentes bifocales que se extendió en el año 1783 a nombre de Anderson Smith.

En 1906, Bentson y Emerson, introducen los cristales bifocales de una sola pieza, más conocidos con el nombre de Ultex, cuya adición se obtiene por diferencia de curvatura en la superficie bipotencial del mismo.

En tanto que en 1927 fueron inventados los cristales Panópticos formados por un segmento de vidrio de alto índice de refracción y poco poder dispersivo, que es colocado en forma de cuña en un anillo de vidrio crown común.

Más tarde se crean los trifocales, empleando los mismos principios que para los bifocales, pero con dos obleas de vidrios de distinto índice de refracción. La tecnología siguió con su avance y ahora a distintos tipos de lentes y de colores con una altísima calidad. La forma de lograrlos también tiene que ver con estos avances, aunque la mano del óptico es todo, es la gran clave.