Mundo Profesional
En un contundente comunicado, el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires denunció la “bochornosa prevalencia del ejercicio ilegal de la Química en todo el territorio provincial, en un marco de libre hacer en los diversos rubros industriales y comerciales vinculados a la profesión”. Según la institución, diversos accidentes registrados en los últimos tiempos (como derrames y emanaciones tóxicas) tienen relación directa con esta problemática.
Así, se remarcó que “para estar dentro del marco legal, toda persona que desarrolle una labor relacionada con el quehacer químico, debe estar debidamente matriculada en este Consejo Profesional, según lo estipula la Ley provincial 7020”. Al respecto, el presidente de la institución, Carlos Colángelo, explicó que “éste no se trata de un mero capricho normativo, sino que su razón de ser está orientado a garantizar seguridad y buenos servicios a la población, a través de personal idóneo, y debidamente capacitado en la materia ”.
En el comunicado, el Consejo Profesional recordó que “es el Estado provincial que, a través de la Ley que da origen a esta institución, delega en la misma la facultad de controlar el ejercicio profesional de su matrícula, de acuerdo a los protocolos, estándares de calidad y cuidado ambiental vigentes. Por tanto, todo personal químico que no esté matriculado, estará ejerciendo de manera inapelable por fuera de la Ley”.
Por su parte, Colángelo se mostró sorprendido “por la pasividad inusitada de parte de las autoridades gubernamentales para realizar los controles mínimos e indispensables”, ante un escenario donde “conviven de manera naturalizada, tanto los accidentes producto del manejo inseguro de las sustancias químicas, como un sector productivo y comercial donde sobreabundan los efectores que operan en la ilegalidad”. Ante esto, el presidente de la entidad se preguntó: “¿Tiene que volver a ocurrir un Cromañón para que se advierta esta realidad?”, y aseguró que “desde aquella fatídica tragedia poco y nada se ha hecho para revertir el riesgo permanente al que se expone la población, ante el generalizado manejo negligente de las sustancias químicas”.
En los últimos tiempos, el Consejo Profesional de Química ha advertido sobre accidentes evitables (como el suscitado en la explosión del reactor de la fábrica de ATANOR en la localidad de San Nicolás), diversos derrames tóxicos en el transporte o el almacenamiento de sustancias, la venta irresponsable de productos químicos de alta peligrosidad sin las debidas indicaciones, y la proliferación de laboratorios ilegales, entre otros. Según explicaron desde la entidad “lejos de ser una excepción, estos ejemplos constituyen una constante en las distintas órbitas relacionadas con la química en toda la provincia de Buenos Aires”.
En tanto, desde la entidad profesional se conminó a las autoridades a “tomar cartas en el asunto, contando con nuestra entera disponibilidad y cooperación para trabajar de manera mancomunada en pos de la seguridad de la población y el ambiente, y un ejercicio de la química en el marco de la Ley y los estándares de calidad”.
