Desde el Colegio profesional del distrito de La Plata rechazaron “la falta de medidas concretas y promocionales” del municipio local al sector que se encuentra en crisis.
Nuevamente desde el Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires del distrito de La Plata expresaron su “profunda preocupación e incertidumbre con respecto al contexto profesional, laboral y productivo ligado a la industria de la construcción que impera en la actualidad en la Región del Gran La Plata, particularmente en su Distrito Capital”.
Los profesionales reconocen el impacto negativo que sufren los distintos puntos del país a raíz de la emergencia sanitaria producida por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, a más de 75 días de confinamiento, “creemos que las autoridades de los distintos ámbitos no están reaccionando pronta y convenientemente ante la crisis del sector, prohijando una parálisis que debiera ser enfrentada con medidas concretas y promocionales”.
Tal es el caso del municipio que conduce Julio Garro donde se vislumbra una “falta de comunicación precisa, que exponga con claridad las limitaciones y posibilidades con las que todos debemos manejarnos en las distintas etapas”.
Los Arquitectos consideran que es el Estado quien ha impuesto las restricciones y es quien “debe regular y administrar en el presente y a futuro, resultando impostergable tener una mínima previsibilidad en el campo de los proyectos y su construcción, para que cada estudio, empresa o actor individual pueda desarrollar estrategias de desenvolvimiento”.
Sucede que desde el Consejo Superior de la entidad profesional manifiestan “no saber dónde estamos posicionados y, menos aún, cuáles serían las condiciones ‘post pandemia”, lo que “augura un horizonte ruinoso para la actividad”.
En otro aspecto remarcan que si bien La Plata es la Capital Provincial, sus condiciones predominantes urbano-ambientales no coinciden con las que caracterizan al AMBA ya que no comparte las mismas dinámicas de movimiento de los centros de transferencias de transporte público ni los grandes espacios que congregan multitudes, que conforman «per se» un escenario de alto riesgo epidemiológico.
“Contrariamente, es perceptible que en el Gran La Plata los trabajadores de la construcción se manejan con autonomía del transporte público, empleando otros medios de traslado tales como bicicletas, motocicletas, automóviles de su propiedad o bien las camionetas de los contratistas y subcontratistas”.
Frente a esta coyuntura, desde el Colegio entienden que, sin descuidar ni negar la gravedad de la epidemia, “las autoridades a todos los niveles pueden y deben promover un plan paulatino de reinicio de obras cumpliendo los debidos protocolos”.
De esta manera sugieren que dicha apertura puede ser gradualmente de las áreas más externas hacia el centro, adoptando el protocolo particular elaborado por UOCRA-CAMARCO. En este sentido el Colegio reitera sobre la necesidad de participación de todos los actores del sector para la discusión de dicha apertura donde el CAPBAUNO realizó “las presentaciones pertinentes referidas al reinicio de las actividades profesionales de los arquitectos, acompañando cada una con sus debidos protocolos”; por lo que manifiestan que se mantienen a disposición de las autoridades locales y provinciales.