La Mesa Directiva del Distrito IX del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires pidió la actualización de la ordenanza local que en General Pueyrredón regula los bienes patrimoniales.
«Antes de convertirse en el ícono del turismo masivo a nivel nacional, Mar del Plata fue el reducto de veraneo elegido por la aristocracia. Se construyeron entonces una enorme cantidad de viviendas y edificios de gran calidad, que hoy -salvo casos excepcionales-, han desaparecido», recordaron desde la entidad profesional.
En el mismo sentido remarcaron que «desde principios de la década del ‘50, con la implementación de la ley de Propiedad Horizontal y el reemplazo del veraneo señorial por el turismo a gran escala, y hasta entrados los años ‘90, las grandes casonas y edificios de valor patrimonial se demolían sin el menor remordimiento. Por lo tanto, este legado ha sido diezmado y como sociedad tal vez no hayamos estado a la altura del desafío que implicaba conservarlo y reutilizarlo».
Además los arquitectos afirmaron que «a lo largo del siglo XX, hemos tenido la fortuna de recibir una serie de obras de arquitectura moderna de nivel internacional. Por citar algunos ejemplos, el Parador Ariston del maestro de la Escuela Bauhaus Marcel Breuer, en colaboración con Eduardo Catalano y Carlos Coire es una ruina; la Casa Sobre el Arroyo de Amancio Williams y Delfina Gálvez, o el Hotel Alfar del arquitecto Carlos Navratil que necesita de un tratamiento más adecuado, dan muestra de ello, entre otros ejemplos posibles».
Se suma a esta lista el descubrimiento relativamente reciente de una casa firmada por el arquitecto italiano Francisco Salamone, que cobró relevancia mediática en estos días. Al menos las dos primeras, son obras que se estudian en las universidades de todo el mundo, tanto por su altísima calidad intrínseca como por la relevancia de sus autores.
“Como sociedad debemos tomar conciencia de la importancia que este legado tiene como patrimonio cultural. Pero también podríamos considerar el potencial que el conjunto de estas obras tiene como generador de recursos genuinos, a través del interés turístico que pueden despertar durante todo el año”, señalaron las autoridades del CAPBA9
Finalmente indicaron que a Ordenanza 10.075, que rige desde 1995 sobre los bienes patrimoniales en general, «no ha dado buenos resultados, salvo escasas excepciones. Desde el Colegio de Arquitectos creemos que luego de 26 años de vigencia de la normativa, es momento de dar un debate tendiente a actualizar y enriquecer el marco regulatorio, aplicando herramientas de planificación que sean más modernas y efectivas que las actuales”.