Se trata de un farmacéutico que montó un laboratorio en San Isidro en el que producía 4000 pastillas por hora.
Sebastián A., apodado como “el pelado”, fue detenido por detectives de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires por haber montado en su casa de Martínez, en San Isidro, un laboratorio clandestino en el que creaba 4.000 pastillas de drogas sintética por hora a través de una máquina que, según dijeron fuentes policiales “la tenía arriba del lavarropas”.
La investigación la dio a conocer el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, junto al fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, y el secretario de Seguridad Marcelo D’Alessandro. Sucede que dichas pastillas eran distribuidas a través de un dealer los días previos a las fiestas electrónicas más reconocidas del Área Metropolitana.
Por los conocimientos de Sebastián A., los investigadores compararon la investigación con la exitosa serie Breaking Bad, donde el protagonista, un profesor de química enfermo de cáncer decide comenzar a elaborar droga sintética en complicidad con un ex alumno.
Según informaron los funcionarios, la banda comercializaba pastillas de Oxicodona, opiáceos usados para tratamientos paliativos del dolor en pacientes con cáncer terminal que generan una fuerte adicción que solo se controla con un tratamiento médico. Cada dosis era comercializada a 1000 pesos.
“La oxicodona es altamente adictiva. Para poder dejarla hace falta un tratamiento. En la elaboración de sus pastillas, este sospechoso mezclaba oxicodona con metadona, otro opiáceo utilizado en tratamientos contra el dolor. Se hizo conocido con publicidad de tipo ‘boca en boca’. Él decía que su producto era mejor que el éxtasis”, explicó un jefe policial que participó de la investigación. Es la primera que la Policía de la Ciudad secuestra este tipo de droga, dijeron fuentes oficiales.
La causa, a cargo del fiscal Aníbal Brunet comenzó en agosto del año pasado cuando personal de la División Precursores Químicos de la Policía de la Ciudad realziaba tareas de prevensión en el complejo Mandarine Park de Costanera Norta. Allí obtuvieron el dato de una persona, “un vecino de Mataderos que vendía drogas sint´ticas en las previas de las fiestas. La comercialización no se hacía en las cercanías de las raves sino que los clientes iban al domicilio del vendedor o él les brindaba un servicio de dealivery”.
“A partir de las tareas de vigilancia se logró identificar al proveedor de la droga. Pudimos determinar que Sebastián A., el farmacéutico, producía distintas drogas sintéticas. La materia prima la obtenía de las farmacias que son propiedad de su esposa”, afirmó un detective que participó de la investigación.
Según los investigadores, “el pelado” estaba por mudarse a Brasil ya que había realizado inversiones en la zona de Bombinhas, al norte de Florianópolis. Por su parte, luego de la aprensión de la pareja, la esposa del farmacéutico, abogada, fue beneficiada con arresto domiciliario “por cuestiones de salud”, afirmaron.