Se trata del trabajo final presentado por cuatro estudiantes que se recibieron de ingenieras agrimensoras en la UNLP. La defensa virtual cerró con un broche de oro: obtuvieron 10 de calificación. El modelo combina información topográfica y procesamiento de imágenes satelitales. Puede ser de gran utilidad para proyectos civiles o de ingeniería.
Agustina Casal, Camila Cuello, Agustina Di Paola y Brenda Sechet son las jóvenes egresadas de Ingeniería que presentaron el trabajo final. Consistió en la generación de un Modelo Digital de Elevaciones (MDE) con imágenes satelitales y ajuste planimétrico, utilizando rasgos topográficos característicos del terreno. Estos modelos, precisamente, se generan para representar la superficie topográfica de la Tierra. Son de gran utilidad, por ejemplo, para determinar si una zona, por su relieve y morfología, es apta o no para la construcción de una obra.
Los MDE consisten en una grilla agrupada de píxeles a los cuales se les asigna un valor de altura respecto de un plano de referencia. El uso de estos modelos en el ámbito de las ciencias de la Tierra, y en particular de la agrimensura, resulta cada vez más frecuente debido al creciente potencial analítico que ofrecen muchas herramientas de software, que permiten generar productos de valor agregado, tales como curvas de nivel, mapas de pendientes, redes de drenaje y cuencas visuales, entre otros.
El trabajo de las ingenieras, bajo la dirección del agrimensor Leandro Soto, consistió en el planteo de una metodología para el procesamiento de imágenes SAR que permitió la generación de un Modelo Digital de Elevaciones. Dichas imágenes fueron obtenidas de la plataforma Sentinel 1B.
La misión satelital Sentinel-1 tiene como objetivo la vigilancia de la Tierra y los océanos. Está compuesta de dos satélites de órbita polar que operan de día y de noche y realizan imágenes de radar, lo que les permite tomar capturas en cualquier condición meteorológica.
El área de estudio elegido por las jóvenes para llevar adelante el trabajo fue “Sierra del Gigante”, ubicado en la provincia de San Luis, a 70 km al Noroeste de la capital, Departamento de La Calera. El área abarcada es de unos 120 km2 y está comprendida entre las coordenadas 32°49´ y 32°55´ Sur, y los 66°56´ y 66°48´ Oeste.
“Una vez obtenido el producto, procedimos a la validación de la calidad geométrica resultante, a través de la correlación de rasgos topográficos característicos, así como también su respectivo control y ajuste altimétrico. Con calidad geométrica nos referimos a si el producto que logramos es óptimo en cuanto a su posición horizontal, coordenadas X e Y. Para eso, obtuvimos redes de drenaje del modelo y analizamos si se correspondían con las que existen en el terreno (obtenidas de una imagen óptica). Finalmente, llegamos a la conclusión que, por la coincidencia que existe entre ambos no fue necesario realizar ajuste planimétrico”, explicaron las ingenieras.
Por último, las recién graduadas presentaron algunas aplicaciones prácticas que pueden llevarse a cabo y que son de gran utilidad para determinar la viabilidad de proyectos civiles o de ingeniería. Se trata de curvas de nivel, mapa de pendientes y un modelo tridimensional, desarrollados mediante un software.
El ingeniero Jorge Sisti, profesor titular de la Cátedra de Trabajo Final de Ingeniería en Agrimensura, destacó que las jóvenes “hicieron una brillante exposición”. Como dato relevante, agregó que “a 110 años de los primeros agrimensores egresados de la UNLP, se produjo la primera promoción por defensa virtual en la carrera”.
Sisti subrayó que “el tema elegido para el trabajo final es la primera vez que se lo desarrolla en una carrera de grado en todo el país. Por eso, es un motivo de orgullo para nosotros y para toda la Facultad”.
Las jóvenes profesionales coincidieron en que, a pesar de la situación particular de la pandemia, durante la defensa del trabajo final pudieron contar con el apoyo de sus familias y amigos a través de una plataforma virtual. Agustina Di Paola es de Lobos; Camila Cuello, de Tordillo; Agustina Casal y Brenda Sechet de La Plata. La exposición contó con 114 participantes. “Si bien no fue como imaginamos desde un principio, vivimos un momento muy emotivo, en dónde las emociones estuvieron a flor de piel. Esto además fue posible gracias a un equipo de grandes profesores que estuvieron dispuestos en todo momento a ayudarnos”, concluyeron las ingenieras agrimensoras.