En Estados Unidos y Australia se están dando casos de personas que son multi-resistentes a los medicamentos, “por eso nuestra idea es actuar sobre enzimas que están sobre las bacterias. Esta es una enfermedad que se puede tratar con medicamentos pero hay cepas que tienen más fortaleza”
“La idea del proyecto es poder atacar al Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch mediante moléculas que bloquean una enzima necesaria para su crecimiento, la anhidrasa carbónica. Ninguno de los fármacos antituberculosos actuales actúa por ese mecanismo”, afirmó el científico y agregó “esa encima también está presente en los humanos es por eso que queremos inhibir la mico bacteria y no la de los seres humanos”. Los compuestos de la enzima son antioxidantes, por lo que evitan el efecto secundario de una inflamación.
Los resultados de su trabajo fueron publicados recientemente en el “Journal of Enzyme Inhibition and Medicinal Chemistry”, una de las publicaciones científicas más prestigiosas en esta especialidad.
Del trabajo participaron también las doctoras María José Zaro y Analía Concellón, del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA), que depende del CONICET y la UNLP; el licenciado Leonardo Riafrecha, becario del CONICET en el CEDECOR; y la doctora Ana Bortolotti, investigadora asistente del CONICET en el grupo del doctor Morbidoni.