Profesionales advierten: «Alcoholismo, depresión y suicidios podrían ser la consecuencia de los despidos»

16/04/2016
Análisis desde la psicología

El vicedecano de la Facultad de Psicología de la UNLP realizó un análisis sobre el impacto que puede tener la pérdida de empleo para las personas en un contexto de crisis y recesión económica.

Xavier Oñativia, Vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata remarcó que “el trabajo es un aspecto esencial para el ser humano, siempre se evalúa la problemática macro, pero no en lo particular, porque detrás de cada trabajo hay una persona y una familia”.

“Para Sigmund Freud, la definición de salud mental,  era la posibilidad de amar y de trabajar, en consecuencia cuando alguno de esos dos pilares se ve comprometido, hay un desequilibrio”, puntualizó en diálogo con Radio La Plata.

“Lo más preocupante es el impacto en las personas, en su subjetividad, y en su grupo familiar, el trabajo es un ordenador psíquico, el ordenador de la vida en general, de su subjetividad, no tener trabajo desordena y desafilia al sujeto de su lugar en el mundo”, explicó.

En cuanto a lo que genera la falta de empleo comentó: “No tener el trabajo genera estigmatización, el será que no eras tan bueno en tu trabajo, serás militantes, serás ñoqui, no sólo cargas con falta de trabajo sino que cargas con el estigma por no tener ese trabajo”.

Sobre el papel de los medios en este tema expresó que “por suerte se está corriendo el velo de ese argumento comunicacional, que sólo se toca a cierta gente, que no se ve mal el despido a gente que se lo merecía, pero eso quedo desactivado cuando se hecho a personas con 10 años de antigüedad”.

“Ahora está el estigma público, si yo sé que era un buen trabajador como se lo explico al público, y esto contribuye a la fractura social, por el sólo hecho de ser desempleado” desarrolló Oñativia.

En cuanto al impacto emocional que se produce en la psiquis, en particular citó el caso del Astillero Río Santiago, que “en los 90 hubo proyecto de privatizar y los trabajadores se pusieron en lucha, tomando el espacio, fue tal la presión de distintas maneras que los amenazaban con perder el trabajo, que empezaron a ocurrir muertes dentro del predio, y la comisión que presidia el Astillero realizó la denuncia frente  a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

En ese sentido advirtió que “el resultado deseado es el miedo, cuando la población tiene miedo es pasible de ser manipulada, se incentiva el individualismo, la persecución y es un retroceso tremendo para la sociedad”.

La situación general “es relativamente igual a los 90, pero el desafío es que aprendamos algo de eso, para poder brindar asistencia a la población y para que este impacto afecte lo menos posible a esa población”.

“Hay un mundo sumido en el consumismo, el no tener trabajo te quita el ser, porque sos lo que consumís. Si no tengo no soy, no tengo trabajo no tengo recursos para obtener bienes, ya se me ponen en crisis la supervivencia y el ser”, sostuvo.

“Esto tristemente, detona patologías como alcoholismo, adicciones, depresión, suicidios, disolución de los vínculos de pareja, enfermedades psicosomáticas, porque luego de grandes pérdidas se activa una baja en las defensas, lo que produce enfermedades inmunodepresoras”, finalizó.